
Entre letras y pantallas
Recuerdo como si fuera ayer el momento en que pulsé el botón de «subir» en mi primer vídeo de YouTube. Fue una mezcla de nervios, emoción y un poquito de miedo. ¿Te ha pasado? Esa sensación de lanzarte a lo desconocido con el corazón lleno de ilusión. Ese día marcó el inicio de una nueva etapa en mi vida literaria, una que no esperaba: pasar del teclado a la cámara, del silencio de la lectura al dinamismo de la palabra hablada.
Hoy quiero contarte cómo ha sido este viaje entre dos mundos que me encantan: el blog literario, mi rincón de palabras pensadas y sentidas, y el canal de YouTube, donde la pasión por los libros se transforma en voz, gestos y aspavientos. Porque sí, equilibrar ambos no ha sido fácil, porque he estado unos meses totalmente absorbida por YouTube. Pero hoy vuelvo al blog. Y si tú también estás en este punto de cruce entre tinta y píxeles, quizá encuentres aquí un reflejo o un empujoncito.
El inicio: Mi blog literario
Cómo nació mi pasión por escribir sobre libros
Todo comenzó con una necesidad muy simple: compartir lo que sentía al cerrar un libro. ¿Alguna vez terminaste una lectura que te dejó el alma revuelta y pensaste “necesito hablar de esto con alguien”? Así nació mi blog. Es mi espacio íntimo, mi refugio para expresar sin filtros lo que me provocan las historias que leo.
Pensé que el blog, poco a poco, me permitirá conectar con otras personas que también encuentran magia entre las páginas. Poco a poco, quiero que se convierta en una comunidad cálida y reflexiva, donde cada comentario sea una conversación valiosa. Gente con la que comparto mucho más que libros: emociones, recuerdos y, ¿quién sabe? Puede que hasta alguna que otra lágrima.
Lo que ofrece el blog que YouTube no puede igualar
La escritura tiene algo especial: te obliga a detenerte, a observar cada palabra, a procesar lo que sientes. El blog me da ese tiempo de pausa que tanto valoro. Además, hay algo casi terapéutico en ordenar mis pensamientos por escrito. Es como analizarme a mí misma y descubrirme entre líneas.
Y aunque más adelante descubrí lo vibrante que puede ser el contenido en vídeo, siempre he sentido que el blog guarda una profundidad que ninguna otra plataforma puede igualar. Y aquí volveré cada vez que necesite reconectar con mi voz interior.
La llamada de booktube: mi primer vídeo
El salto de la escritura a la cámara
Empezar en YouTube fue un impulso curioso. Quería probar algo distinto, mostrar mis emociones de forma más directa. Así que un día, sin pensarlo demasiado, monté mi cámara, preparé una taza de café (como buena adicta a las letras y la cafeína) y grabé mi primer vídeo, un booktag inspirado en los Juegos Olímpicos que acababan de terminar. ¿El resultado? Natural, torpe, honesto. Y eso fue lo bonito.
El cambio fue grande. Ya no podía esconderme detrás del teclado. Ahora mi voz y mis gestos también cuentan cosas, hablan de libros. Además aparecen mis gatas cuando a ellas les da la gana, se pasean, o se sientan, se tumban, se frotan… Tengo muy poquitos suscriptores, el canal va muy poquito a poco, pero a mí me gusta. Me lo paso bien.
¿Y el rostro? Mi decisión de mantenerlo fuera de pantalla
Una de las decisiones que más me costó tomar al empezar el canal fue no mostrar mi rostro en cámara. No fue algo impulsivo ni una estrategia: fue una necesidad. Por un lado, me daba mucha vergüenza. No me sentía cómoda viéndome grabada ni imaginando que miles de ojos estarían juzgando mi expresión, mi forma de hablar, mi cara. Y por otro lado, soy profesora, y no quería convertirme en un meme que corriera en el grupo de WhatsApp de mis alumnos. Así, sin más.
Por eso elegí mostrar libros, planos de mis manos, escenas con mis gatas, y sobre todo, dejar que mi voz hablara por mí. Al principio temía que eso alejara a la audiencia, pero pensé… Si gusto, tengo que gustar tal como me muestro, porque soy así. Lo que ven es lo que hay. Así que aquí estoy, sin cabeza, pero dándolo todo.
Emoción, nervios y los primeros suscriptores
Ver los primeros comentarios y suscripciones fue mágico. ¡Qué nervios! Gente desconocida me decía que le había gustado mi video, que se anotaban alguna de mis recomendaciones, o que esperaban el siguiente. ¡Guau! Estaba entrando a una comunidad gigante de lectores apasionados: el universo Booktube. Y qué acogedor se sintió.
Claro, no todo era tan sencillo. Entre pensar sobre qué hablar, prepararlo, grabarlo, aprender a editar, y lidiar con mis propias inseguridades, el proceso está siendo agotador. Pero el entusiasmo lo supera todo. Estoy abriendo una nueva forma de comunicar mi pasión por los libros, y eso lo hace emocionante. Es otra manera de conectar… pero sin abandonar del todo mi rincón escrito, aunque eso es lo que parecía, porque desde diciembre (¡diciembre nada menos!) no me pasaba por aquí. Estaba absorbida por YouTube.
Booktube y la comunidad literaria visual
Lo que descubrí tras sumergirme en el universo de YouTube
Si hay algo que me flipa del universo Booktube es la energía contagiosa de la comunidad. Ver a otras personas hablando con tanta pasión sobre sus lecturas, organizando maratones de lectura, booktags creativos, retos literarios… Yo ya les admiraba de antes por su valentía, pero ahora que sé el trabajo que hay detrás, ¡me quito el sombrero! ¡Cuánta creatividad! ¡Cuánto trabajo! ¡Cuántas ideas! Tengo mucho camino por recorrer para parecerme mínimamente a lo que hacen booktubers como Valentina, Clau, Anita, Laia, Lau, Esther…
Ventajas y desafíos del contenido audiovisual sobre libros
El formato visual tiene mucho encanto. Puedes mostrar portadas, hojear libros, compartir tu emoción con gestos que en un blog tal vez se pierden.
Pero no todo es color de rosa. Grabar toma tiempo, editar aún más, y a veces el cansancio se cuela en el proceso. Hay días en que quiero simplemente escribir en pijama sin cámara ni luces, y es ahí donde echo de menos la simplicidad del blog. Aun así, aprender a jugar con ambos formatos se ha vuelto parte del viaje. No debo perder de vista que esto es un hobby.
YouTube vs todo lo demás
La gestión del tiempo como principal obstáculo
Confieso que más de una vez me he sentido desbordada. El blog estaba completamente dejado de mi mano desde diciembre. El canal de Youtube me tenía completamente absorta, absorbida, hasta tal punto que hubo días que apenas leí. Yo. Que necesito leer como respirar.
La escritura pausada frente al dinamismo de los videos
Una gran diferencia entre escribir en el blog y YouTube está en el ritmo. Mientras que el blog me permite detenerme, pensar, releer y corregir, YouTube «me exige» (entrecomillo puesto que no me exige nada, es una autoexigencia mía) publicar regularmente y hacer un vídeo implica un proceso que, al menos a mí, me obliga a invertir mucho tiempo que, aunque disfruto, me quita de hacer otras cosas. En lugar de crearme ansiedad he tomado conciencia de la realidad, y acepto que no puedo hacerlo todo perfecto. Vamos, ni todo, ni la mayoría de las cosas que hago no habiéndome formado específicamente para ello.
Lo más importante es disfrutar del proceso, y eso es lo que estoy haciendo ahora mismo. He aparcado el vídeo a medio editar, porque estaba atascada, y me he sentado delante del post en blanco a dejar fluir mis ideas sobre este tema, a compartirlo conmigo misma (Quién sabe si alguien, algún día, en realidad, leerá esto…)
Qué he aprendido desde que empecé este proyecto
Errores y aprendizaje
Uno de los errores más comunes que cometí fue, primero, tratar de mantener el mismo ritmo en ambos espacios. Spoiler: no se puede. Luego, exigirme a mí misma publicar dos vídeos a la semana y sentirme mal si no llegaba. Bueno, pues no pasa nada. El aprendizaje es que el mundo sigue girando, y ya. Si se puede, bien. Y si no, pues no pasa nada.
Esa es la otra lección importante: perdonarme cuando no llego a todo. Está bien tomarse pausas, está bien hacer otras cosas, está bien todo. Al fin y al cabo, me repito, lo hago porque me apetece, por mí, por divertirme. Y si me agobio ya no me divierto, así que…
Otro aprendizaje que sirve para todo, no solo para un blog o un canal de YouTube, es planificar con antelación y aprovechar los contenidos cruzados. Por ejemplo, una reseña escrita en el blog puede convertirse en un video después (o viceversa). Y por supuesto, ser flexible, que me permita adaptarme sin agobios.
Y otra cosa que no me esperaba, lo gratificante que es cada gesto de aprecio. Por eso, agradezco infinitamente cada comentario, respondo con cariño, porque esas personas que me miran, me leen o me escuchan en realidad, hacen que todo esto tenga sentido.
El futuro del Blog
Volver a escribir desde el disfrute
Después de meses priorizando el canal algo que tengo claro es que mi blog no tiene que seguir el ritmo de nadie, solo el mío. No es una obligación, es mi refugio. Volver a escribir desde el placer, sin culpas ni metas inalcanzables, como estoy haciendo ahora mismo, me está devolviendo la ilusión por este rincón literario.
No importa si publico una vez al mes o cada dos semanas. Lo importante es que cuando lo haga, sea porque tengo algo que realmente quiero compartir. Porque hay una historia, una reflexión o una lectura que me pide salir en forma de palabras.
Porque he aprendido a ver el blog como una especie de diario. No necesita ser perfecto, solo sincero. Me permito ser más flexible, incluso más caótica si hace falta, porque así soy yo también, al fin y al cabo. Y curiosamente, eso lo vuelve más humano, más auténtico… más tú y yo, sin filtros.
YouTube como extensión del blog
Cómo conectar ambas plataformas de forma creativa
En lugar de ver blog y canal como espacios separados, estoy pensando formas de que se nutran entre sí. Si escribo una entrada muy personal en el blog, luego puedo grabar un video reflexionando en voz alta sobre ese mismo tema. Y si hago un tag literario en YouTube, puedo ampliarlo en un post, añadiendo detalles que no dije en cámara.
También estoy pensando en crear secciones, algo así como “del blog al vídeo” o “reseña expandida”, donde me pueda explayar largamente sobre un libro que solo mencioné brevemente en un wrap up, por ejemplo, incluso con spoilers. ¡Hay muchas posibilidades!
Nuevas ideas para Conectar Ambos Mundos
Colaboraciones con otros creadores literarios
Algo que me haría mucha ilusión, pero mucha, sería colaborar con otros lectores. Hay tantos creadores y creadoras que admiro, tanto en blogs como en Booktube, que sería genial cruzar caminos. Una reseña conjunta, un reto compartido, entrevistas cruzadas… el cielo es el límite cuando se trata de sumar voces apasionadas por los libros. Además, estas colaboraciones traen aire fresco, nuevas perspectivas y muchas veces, nuevas amistades. Y eso, en este mundo digital, vale oro. Así que si alguien, en algún momento, lee esto y le apetece colaborar conmigo, déjame un comentario o escríbeme… y lo hablamos. 😊
Mi consejo si estás en una situación parecida
Escúchate y hazlo a tu manera
Si tú también estás intentando equilibrar dos plataformas, o simplemente te sientes saturado con tu proyecto, lo que te diría es: escúchate. ¿Qué necesitas hoy? ¿Qué formato te pide el cuerpo? No hay una única forma de hacer las cosas bien. Hay muchas formas de hacerlas con amor.
No te compares. Lo que ves en redes es solo una parte. Tú construye tu espacio a tu ritmo, con tus tiempos y tus pausas. Y recuerda que es válido cambiar de opinión, reestructurar, empezar de nuevo o incluso parar. Estás creando algo tuyo, y eso ya es MUY MUY MUY valioso.
Organizarme siempre me da calma: tener una libreta donde anoto ideas, clasifico por temáticas, planifico… Me da sensación de control. Y sobre todo, muy importante es celebrar lo que voy logrando. Porque cada post, cada vídeo, cada comentario respondido… ¡cuenta! Reconocer esos avances ayuda a no perder la motivación.
Conclusión: letras, píxeles, pelitos de gatito y café
Este viaje entre el blog y YouTube me ha enseñado muchísimo. No solo sobre literatura o edición de video, sino sobre mí misma. Sobre cómo conecto, cómo me expreso, y sobre todo, cómo quiero compartir mi amor por los libros con el mundo.
Hoy sigo explorando. A veces con una entrada en el blog, otras con un vídeo y, muchas veces, con una taza de café en mano y una gata pidiendo mimos. Y tú, que estás del otro lado, haces que todo esto tenga sentido. Gracias por leerme, por verme, por acompañarme.
Te invito a seguir formando parte de esta aventura: puedes suscribirte a mi canal de YouTube, dejar un comentario en el blog o simplemente contarme cuál fue el último libro que te emocionó. Aquí siempre hay espacio para una charla literaria, un buen café… y algún que otro maullido de fondo.
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